La hipertensión arterial sistémica (HSA), a menudo conocida como hipertensión arterial, es una afección silenciosa caracterizada por niveles de presión arterial (PA) inusualmente altos y persistentes.

La presión se mide en milímetros de mercurio (mmHg). Los niveles de presión arterial en adultos se consideran normales cuando son inferiores a 120/80 mmHg. Si la presión arterial de una persona se eleva por encima de ciertos límites, se le diagnostica hipertensión, o presión arterial alta, cuya gravedad varía en función de cuánto se eleven sus niveles de mmHg por encima de los niveles recomendados.

La salud de nuestro organismo se pone en peligro cuando la presión arterial es alta. El corazón es el órgano que más se ve afectado, y corre el peligro de sufrir un infarto. Como la hipertensión hace que las arterias de la cabeza se vuelvan vulnerables a la obstrucción y no puedan dilatarse, también aumenta la posibilidad de sufrir un accidente cardiovascular (ACV).

Sigue leyendo este artículo para saber más sobre esta enfermedad, sus factores de riesgo y cómo puede evitarse.

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Síntomas de la hipertensión arterial

Uno de los problemas de la hipertensión arterial es que a menudo no presenta síntomas: es una enfermedad silenciosa, no una enfermedad que sientas con facilidad.

De hecho, la mayoría de las personas que padecen hipertensión la desconocen: se calcula que sólo en el Reino Unido hay siete millones de personas con hipertensión no diagnosticada. La mayoría de las veces, sólo se descubre mediante pruebas, cuando ya se ha convertido en algo potencialmente dañino.

La hipertensión puede ser una de las causas principales de los siguientes problemas, a pesar de que generalmente es asintomática:

Si tienes alguno de estos síntomas de forma frecuente, debe acudir a su médico.

¿Cómo puedes saber si tienes la presión arterial alta?

Tu presión arterial siempre fluctúa. Puede fluctuar a lo largo del día y como consecuencia de diversos factores, como la edad, el estado de salud general, el estrés, el ejercicio y los medicamentos que esté tomando. Aunque una sola lectura alta no es motivo de alarma, es una excelente razón para empezar a controlar su presión arterial.

La presión arterial debe tomarse en varios momentos del día, pero siempre después de al menos cinco minutos de descanso. El médico sólo puede diagnosticar la hipertensión si tiene al menos tres lecturas de presión arterial alta.

¿Qué factores contribuyen a la hipertensión arterial?

La hipertensión puede estar causada por diversas afecciones, como enfermedades renales, problemas de diabetes, desequilibrios hormonales y apnea del sueño en alrededor del 5% de los casos. También puede producirse durante el embarazo. La hipertensión secundaria es el término utilizado para describir todas estas situaciones.

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Sin embargo, en el 95% de los casos no existe una causa obvi para la presión arterial alta. En este escenario se conoce como hipertensión principal o esencial, y suele estar relacionada con factores genéticos, así como con una mala alimentación, la falta de ejercicio, el tabaquismo y/o la obesidad.

¿Cuál es el tratamiento de la hipertensión?

Hay tres formas principales de reducir la presión arterial alta: la dieta, el ejercicio y la medicación.

A continuación, verás una serie de recomendaciones para reducir la presión arterial basadas en dieta y ejercicio:

¿Qué medicamentos hay en el mercado?

Tu médico puede recetarte varios medicamentos para proporcionarte el mejor cuidado posible. Lo determinará en función de tu edad, tu salud personal y tus antecedentes médicos, las posibles causas de la hipertensión y, por supuesto, tus niveles de presión arterial.

¿Cuál es el procedimiento para medirse la presión arterial?

Es sencillo, rápido y barato medirse la tensión arterial en casa. Si te han diagnosticado hipertensión, una buena forma de ayudar a su médico a saber si tu tratamiento está funcionando es llevar un control por ti mismo de tu presión arterial. Controlar la presión arterial también puede ayudarte a mantener tu salud si gozas de buena salud, aunque no sustituye a las revisiones periódicas con un médico especialista.