Cada hombre atraviesa las diferentes etapas de la vida a su propio ritmo, pero el patrón de desarrollo suele ser el mismo: infancia, adolescencia, convertirse en hombre, formar una familia y cuidarla responsablemente. Contrariamente a las apariencias, en algunos hombres este patrón no se repite. Es cierto que llegan a la madurez física, pero por dentro siguen siendo niños que muchas veces son mimados y no quieren asumir responsabilidades. A este condición se le conoce con el nombre de síndrome de Peter Pan y es considerado un trastorno de la personalidad.
¿Cómo reconocer en la vida cotidiana a los hombres que padecen de este trastorno? ¿Es posible entablar una relación sentimental exitosa con ellos? ¿Se puede tratar este trastorno de la personalidad o es más bien un rasgo de carácter invariable? En este artículo exploraremos estas y otras interrogantes.
¿Qué es el síndrome de Peter Pan?
El síndrome de Peter Pan es un término utilizado para describir a los hombres cuyo desarrollo mental y emocional se detuvo prematuramente y permaneció en la niñez. Una persona así lleva una vida sin preocupaciones y le encanta divertirse. Tiene un encanto personal, pero está totalmente centrada en sí misma y en sus necesidades, exige atención y el cumplimiento más rápido posible de sus caprichos, sin profundizar en los problemas cotidianos ni en los deberes relacionados. Si bien un hombre con síndrome de Peter Pan puede parecer un compañero atractivo, con ideas espontáneas y un enfoque de la vida despreocupado, en la práctica la relación con él es todo un desafío, especialmente cuando está abrumado por obligaciones relacionadas con la edad adulta.
Es importante destacar que, aunque casi todas las personas reconocen al menos un caso de síndrome de Peter Pan en su circulo social, no está incluido en la lista de enfermedades y trastornos mentales de la OMS. ¿Significa esto que el problema no existe? No del todo, aunque este síndrome no se considera una entidad que requiere tratamiento obligatorio, permite una descripción de uno de los estados mentales más comunes, con todas sus imperfecciones.
Causas del síndrome de Peter Pan
El síndrome de Peter Pan, también conocido como el complejo del niño eterno, tiene múltiples causas. Los factores más importantes que contribuyen a su aparición incluyen:
- Falta de modelos adecuados a seguir en la infancia.
- Sobreprotección por parte de uno o ambos padres.
- Familia incompleta.
- No haber recibido suficiente atención o cuidados durante la infancia.
- Ignorar el sistema de valores familiares generalmente reconocido.
El síndrome de Peter Pan es mucho más común en hijos únicos y en los niños más pequeños de familias numerosas. Ellos, en comparación con los demás, suelen ser mimados y tratados con más amabilidad, y sus padres se esfuerzan por cumplir la mayoría de sus caprichos.
Los ‘eternos niños’ suelen ser también hombres cuyo padre estuvo ausente durante su infancia. Entonces no tienen un modelo a seguir apropiado que pueda enseñarles independencia y responsabilidad por los demás. Por esta razón, a menudo experimentan trastornos emocionales y son menos resistentes a hacer frente a los problemas. Además, las madres solteras, por temor a que su hijo “salga volando del nido”, a menudo sin saberlo crían hombres egoístas centrados en sus necesidades.
Curiosamente, el síndrome de Peter Pan ocurre con relativa frecuencia también en los llamados padres tardíos, es decir, personas que han estado tratando de tener hijos durante mucho tiempo. Son ellos quienes más a menudo dejan de lado los deberes y no ponen límites, haciendo que sus hijos crezcan en la llamada crianza sin estrés.
Características de los hombres con este síndrome
¿Cuáles son las características del síndrome de Peter Pan o cómo puedes reconocer al “niño eterno”? Por un lado, tenemos una serie de características que podemos considerar como positivas, ya que pueden aumentar el atractivo de la persona para el sexo opuesto, como, por ejemplo:
- Llevar una vida ligera y despreocupada.
- Espontaneidad.
- Búsqueda constante de nuevos retos.
- Necesidad de impresionar a los demás.
- Apertura en los contactos interpersonales.
- Un gran sentido del humor.
- Encanto personal,
- Cuidar con esmero la apariencia física.
Por otro lado, existen síntomas del síndrome de Peter Pan que deberían alertarnos. Éstos incluyen:
- Egoísmo.
- Evitar hacer planes para el futuro.
- Renuencia a realizar cualquier tarea.
- Sin sentido de responsabilidad.
- Trato superficial hacia el compañero o pareja.
- Inmadurez emocional.
- Evitar la toma de decisiones.
- Endosar a la pareja los problemas de la vida cotidiana.
- Renuencia a estabilizarse o independizarse.
- Tratar a los demás objetivamente.
- Miedo a la soledad.
- Renuencia a formar una familia.
- Exigir comprensión por parte de la pareja en todos los asuntos.
- Culpar a los demás de sus fracasos.
- Trato marginal de la familia.
Peter Pan como pareja
Como ya se mencionó, las personas con este síndrome pueden parecer a primera vista un atractivo objeto de interés. Un hombre que da buena impresión y tiene éxito con las mujeres, es amable, divertido, busca nuevos retos y está dispuesto a hacer regalos espontáneos o viajes románticos, un hombre que lleva una vida despreocupada se convierte en un compañero ideal para jugar.
En las relaciones casuales y sin compromiso, el síndrome de Peter Pan es un problema menor. Pero, cuando esta relación comienza a transformarse en algo sólido y entran en juego compromisos y una vida llena de todo tipo de responsabilidades, es cuando realmente comienzan a percibirse las carencias de la pareja que padece este síndrome. Las personas que son niños eternos rara vez están felices de formar una familia; están mucho más interesadas en divertirse y disfrutar de la vida sin preocupaciones. Si te casas con una persona que padece el síndrome de Peter Pan, debes tener en cuenta que la mayoría de los deberes, incluso los más triviales, recaerán sobre ti, y la falta de apoyo y la sensación de inestabilidad nos acompañarán todos los días.
Muchos hombres esperan entonces que sus parejas sean comprensivas y les acepten con todas sus virtudes, perdonen todo tipo de excesos y les tengan una paciencia casi infinita. Solo las parejas con un instinto de cuidado muy desarrollado, que no se vean perturbadas por asumir el rol de niñera de su pareja, pueden realmente tolerar una relación con un hombre que padezca este síndrome. En muchos casos, sin embargo, resulta que la mujer no siente que la pareja está cumpliendo con sus expectativas, y la diferencia de caracteres es tan grande que decide separarse para buscar una relación más estable y madura.
Peter Pan y la paternidad
Aunque las relaciones con hombres que padecen el síndrome de Peter Pan son difíciles, pueden entablarse con cierto éxito, pero las verdaderas dificultades aparecen cuando se tienen hijos. La mayoría de las veces ocurre cuando se tiene un niño que atrae la atención de la mujer, lo que provoca los celos de Peter Pan y una sensación de rechazo. Además, se vuelve difícil aceptar la responsabilidad que comienza a recaer en él como cabeza de familia.
La mayoría de las veces, los padres con síndrome de Peter Panse involucran poco en el cuidado diario de un niño, enfocándose solo en sus aspectos agradables, como jugar con el niño pequeño. Por supuesto, los hijos estarán a gusto mientras sean pequeños. Sin embargo, a medida que comienzan a crecer, descubren que no pueden confiar en su padre y la falta de límites hace que pierdan el respeto hacia él como figura paterna.
Tratamiento
Aunque el síndrome de Peter Pan no ha sido reconocido oficialmente como un trastorno mental y no tiene pautas claras de tratamiento, se ha comprobado que la psicoterapia es altamente efectiva en este caso. Esta es realmente la única forma de tratar el síndrome de Peter Pan. La psicoterapia realizada correctamente permite a las personas que padecen el síndrome de Peter Pan hacer frente al miedo a la responsabilidad. La clave en la terapia es encontrar las causas de la inmadurez y el miedo a la edad adulta. Sin embargo, requiere mucho esfuerzo tanto por parte del psicoterapeuta como del paciente, y el apoyo de la familia y la participación en la terapia también son importantes.
Además de las sesiones terapéuticas, también es importante que los familiares de las personas con síndrome de Peter aprendan a poner límites y les obliguen a dedicarse a los deberes cotidianos, lo que, sobre todo al principio, genera mucha oposición. Es necesario establecer deberes y límites de manera clara y hábil, y expresar claramente la no aceptación del comportamiento irresponsable o el incumplimiento de las tareas encomendadas. Por otro lado, las personas con síndrome de Peter Pan deben apreciar los resultados positivos de sus acciones. Muchas relaciones no pasan esta difícil prueba, pero es una gran oportunidad para una vida normal y para construir una relación de pareja sana.