Cuando se trata de nutrición, puede ser difícil distinguir entre realidad y fantasía. Todos los días y a toda hora hay una gran cantidad de personas y medios de comunicación que comparten consejos nutricionales de diversa índola. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de estos consejos carecen de respaldo científico, por lo que no son más que habladurías. Por ello, antes de optar por seguir un programa nutricional o una nueva dieta, es conveniente conocer algunos de los mitos nutricionales que abundan en el terreno de la alimentación. He aquí algunos de los más populares:
Los carbohidratos nos hacen ganar peso
Los hidratos de carbono (HC) suelen ser el mayor componente de nuestra dieta, y también son los macronutrientes cuya ingesta suele ser más fácil de reducir.
Normalmente, las dietas de más limitadas en carbohidratos ofrecen una reducción de peso más rápida, pero una parte importante de esta pérdida de peso se produce a expensas del glucógeno muscular y del agua ligada a él, algo que se produce al inicio de la dieta.
En realidad, hay que reducir las calorías totales que ingerimos en un día, en lugar de solo enfocarse en los carbohidratos (o en las grasas).
Los edulcorantes son malos para la salud
Los edulcorantes son un producto alimenticio que suele gozar de mala fama entre los medios de comunicación y los “expertos en nutrición”. Se les ha relacionado con un montón de enfermedades, incluida la obesidad, y todavía hay mucho escepticismo sobre ellos.
Aunque su consumo no es lo más recomendable para la salud, es preferible añadir edulcorantes que cualquier otro azúcar porque las dosis utilizadas en la vida diaria son totalmente inofensivas.
La leche es perjudicial para la salud
Este uno de los mitos nutricionales a los que se le ha dado mśa relevancia en la cultura popular. El hecho es que hay tres categorías de personas: las que pueden digerir correctamente la leche y otros productos lácteos, las que experimentan algún dolor al tomar leche, y aquellas que son intolerantes a la lactosa o alérgicos a las proteínas de la leche de vaca.
En realidad, solo una minoría de personas puede llegar a sentir malestar al consumir leche. Sin embargo, las personas que pueden digerir la leche sin problemas deberían, por supuesto, consumirla, ya que es un alimento rico en nutrientes, fuerte en calcio y otros minerales, así como en proteínas de alto valor biológico.
El aceite de coco es un superalimento rico en nutrientes.
En los últimos años, el aceite de coco se ha convertido en uno de los alimentos grasos de moda. Su composición rica en triglicéridos de cadena media se relaciona con beneficios en la pérdida de peso, la prevención de enfermedades cardiovasculares, la prevención de la diabetes e incluso la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
Hasta la fecha no se ha demostrado nada, y -contrario a lo que se afirma- su alto contenido en grasas saturadas puede ser un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.
La creatina puede causar problemas renales
Las enfermedades renales y la creatina tienen una relación casi de causa a efecto. Este suplemento, que es probablemente uno de los más investigados en el mundo del deporte, es completamente seguro y sólo puede agravar el estado de la enfermedad renal si ya existe.
Seguir las dosis aconsejadas por un especialista es algo crucial para que su consumo no sea perjudicial ni cause efectos secundarios indeseados.
El gluten es nocivo para la salud
En los últimos años, el gluten ha estado en el punto de mira y, con la excepción del maíz y el arroz, todos los cereales se han convertido en alimentos cuyo consumo generalmente se desaconseja a la mayoría de las personas. Sin embargo, se han registrado numerosos casos de problemas nutricionales como resultado de evitar las comidas que contienen gluten.
Con la excepción de los pacientes celíacos o con alergia al gluten, no hay pruebas consistentes de una mejora del estado de salud general o de determinadas enfermedades si se deja de consumir alimentos con gluten.