Nuestros labios son flexibles y se mueven cuando nos reímos, fruncimos el ceño, formamos palabras o nos preparamos para besar. Consisten en las capas más delgadas de la piel, lo que los hace sensibles al tacto y las sensaciones. Esto hace que los labios sean vulnerables a la sequedad, el agrietamiento y otros cambios en la superficie.

Y de vez en cuando, los cambios en la apariencia de los labios pueden indicar que algo no anda bien en nuestro cuerpo. Puedes comprobarlo por ti mismo mirándote en el espejo. Pero si te preocupa lo que ves, no dudes en consultar a un dentista, médico o dermatólogo.

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Si tus labios están secos y agrietados

Esto generalmente significa que has estado expuesto al viento, al sol o al aire seco. O podría ser deshidratación. Hay algunas otras opciones para estos síntomas:

Si notas cambios en las comisuras de tu boca

La queilitis es un tipo de infección por hongos que ocurre con mayor frecuencia en personas con dentaduras postizas. La queilitis puede ser dolorosa y causar comisuras de los labios agrietadas o inflamadas. Evite lamer, frotar o irritar esta zona sensible para prevenir infecciones.

Las infecciones por hongos pueden causar manchas blancas en las comisuras de los labios. Cuando las manchas se limpian, pueden volverse rojas, inflamadas y dolorosas.

Si tus labios se ven hinchados o inflamados

Podría deberte a que recibiste un golpe en la boca que te provocó una hinchazón o si recientemente te inyectaste colágeno en los labios. Pero hay otras causas posibles:

Si notas una úlcera en tu boca

Las úlceras labiales pueden ser temporales o crónicas. Pueden tratarse fácilmente o ser motivo de preocupación: