En los primeros 12 meses, los bebés cambian de forma drástica y rápida. Verlos crecer diariamente es como ver el milagro de la la vida en movimiento. Entonces, es interesante conocer sobre las peculiaridades del desarrollo de los recién nacidos. Por ello, en este post encontrarás algunos datos interesantes sobre neonatos.

Datos interesantes sobre tu bebé recién nacido

El llanto del bebé adquiere su tonalidad en el útero materno

El recién nacido llora con una entonación característica del lenguaje de su madre, que oye estando aún en el útero. Esto quiere decir que dependiendo del idioma que hable la madre, él bebe tendrá un llanto diferente.

Los neonatos tienen más huesos que un adulto

En el esqueleto de un bebé recién nacido, se pueden distinguir más de 300 huesos, mientras que, en un adulto, 206. Es solo que gradualmente algunos huesos crecen juntos.

Son capaces de respirar y tragar simultáneamente

Los bebés recién nacidos pueden respirar y tragar al mismo tiempo. Esta capacidad desaparece aproximadamente a los 9 meses, cuando la laringe comienza a descender. A medida que crecen, el desarrollo del aparato vocal ya no permitirá combinar estas funciones. Pero algunos animales adultos, al igual que los recién nacidos, pueden respirar y tragar al mismo tiempo.

Su corazón late dos veces más rápido que el de un adulto

El corazón de un recién nacido late a una frecuencia de 130-160 latidos por minuto, que es 2 veces más rápido que el de un adulto sano.

Son capaces de distinguir los colores

Tan pronto como 2 semanas después del nacimiento, los bebés pueden distinguir los colores. Prefieren colores primarios brillantes (azul, rojo) y dibujos grandes; en tales objetos les es más fácil enfocar sus ojos.

Sus gustos alimenticios comienzan a formarse desde el útero

Los hábitos gustativos del bebé comienzan a formarse en el útero y se consolidan en el primer año de vida. Los aromas de los alimentos que utiliza una mujer durante el embarazo y la lactancia penetran a través del líquido amniótico o de la leche materna hasta el bebé, y posteriormente acepta estos sabores con mayor facilidad que los “desconocidos”.

Gracias a esto, los bebés que son amamantados, durante la introducción de los alimentos complementarios, se acostumbran rápidamente a los gustos de varios alimentos de origen industrial, como la fórmula infantil.